
Introducción: la voz que engaña
La literatura siempre ha jugado con la verdad y la mentira. Pero pocas herramientas son tan poderosas para desestabilizar al lector como el narrador no fiable. Se trata de una voz que, de manera consciente o no, distorsiona los hechos. El lector entra en la historia con la confianza de que le cuentan algo cierto, pero descubre poco a poco que lo que recibe está sesgado, incompleto o directamente manipulado.
El narrador no fiable no solo sorprende: también convierte la lectura en una investigación activa. El lector desconfía, duda, busca grietas. Y esa incertidumbre genera tensión narrativa.
1. Tipos de narrador no fiable
Aunque cada obra lo modela de manera única, podemos distinguir varias categorías frecuentes:
a) El inmaduro o ingenuo
El narrador no comprende lo que ocurre porque su visión es limitada.
- Ejemplo: Room (Emma Donoghue). Jack, un niño de cinco años, narra su vida en una habitación cerrada con naturalidad, sin ser consciente de que vive secuestrado. Para el lector, la ingenuidad infantil revela un horror que el propio narrador no percibe.
b) El loco o perturbado
La percepción está alterada por una enfermedad mental o una obsesión.
- Ejemplo: El túnel (Ernesto Sabato). Juan Pablo Castel cuenta su historia de amor y crimen desde la obsesión paranoica. Su narración está teñida de justificaciones y delirios, lo que genera dudas sobre cuánto podemos creerle.
c) El mentiroso consciente
Miente deliberadamente al lector, tratando de manipularlo o justificarse.
- Ejemplo: Las cosas que perdimos en el fuego (Mariana Enríquez). En varios relatos, los narradores ocultan verdades incómodas o exageran lo vivido para controlar la impresión que dejan en el lector.
d) El sesgado o selectivo
No engaña por maldad, sino porque su memoria, su miedo o su orgullo le hacen contar solo una parte.
- Ejemplo: Nunca me abandones (Kazuo Ishiguro). Kathy recuerda su vida en un internado idílico, pero lo hace con silencios, vaguedades y reticencias que revelan —solo al final— el horror verdadero de su destino.
2. Técnicas para crear un narrador no fiable
- Contradicciones internas
El narrador asegura que no siente miedo, pero describe cómo le sudan las manos o cómo tiembla al hablar. Esa incoherencia genera sospecha. - Lagunas narrativas
Saltos en el tiempo, recuerdos fragmentados o episodios omitidos. El lector percibe que falta algo y se pregunta por qué. - Incongruencias con otros personajes
Lo que cuenta el narrador no coincide con lo que otros sugieren. A veces un gesto, una frase secundaria o un rumor contradicen su versión. - Lenguaje revelador
Tics verbales, repeticiones, eufemismos. El narrador que insiste demasiado en que es inocente, probablemente no lo sea. - Uso del tiempo
Relatar un mismo hecho de formas distintas, o modificar recuerdos conforme avanza la narración, transmite inestabilidad y ambigüedad.
3. Efectos en el lector
- Ambigüedad constante
El lector nunca sabe del todo si creer o no. Esa tensión sostiene la lectura. - Participación activa
El lector se convierte en detective: analiza pistas, reinterpreta frases, desconfía. - Sorpresa
Cuando la verdad se revela (o se insinúa), el golpe emocional es mayor que en un relato lineal.
4. Errores comunes
- Caricaturizar al narrador
Si lo volvemos grotesco o incoherente en exceso, el lector deja de interesarse y lo descarta como absurdo. - No dejar pistas
El lector debe sospechar desde el principio que algo no encaja. Si la revelación final llega sin huellas previas, la sensación será de trampa. - Confundir limitación con falta de fiabilidad
Un narrador en primera persona no lo sabe todo, pero eso no lo hace necesariamente no fiable. La diferencia está en la distorsión consciente o inconsciente.
5. Ejemplos literarios y cinematográficos
Literatura
- El túnel (Sabato): narración obsesiva, justificativa, donde la voz del protagonista se convierte en una trampa psicológica.
- Nunca me abandones (Ishiguro): una narración aparentemente calmada que silencia la verdad hasta el final.
- Room (Donoghue): un narrador infantil cuya ingenuidad revela el horror.
- Seda (Alessandro Baricco): el narrador calla más de lo que cuenta, y el vacío es lo que genera la atmósfera.
Cine
- Rashōmon (Akira Kurosawa): la misma historia narrada por testigos distintos, todos contradictorios. La verdad es inalcanzable.
- La doncella (Park Chan-wook): la narración se despliega en capas, cada voz contradice a la anterior.
- El secreto de sus ojos (Juan José Campanella): el narrador mezcla recuerdos, silencios y obsesiones, lo que cuestiona la objetividad de su relato.
6. Ejemplos narrativos inventados
Escena 1 (versión fiable):
«Vi cómo aquel hombre sacaba la cartera de la señora en el metro. Todo ocurrió muy rápido. Ella gritó y el ladrón salió corriendo. Yo solo me aparté.»
Escena 2 (versión no fiable):
«Vi algo raro, pero no puedo asegurarlo… Estaba distraído. Quizá la señora lo perdió, o quizá alguien más se lo llevó. Lo cierto es que yo nunca me acerqué demasiado.»
Más adelante el lector descubre que el narrador fue quien empujó a la mujer para distraerla. La diferencia está en los vacíos, justificaciones y contradicciones.
7. Ejercicio práctico
Escribe una escena de 200 palabras en la que un narrador cuenta cómo escapó de una fiesta aburrida.
- Primera versión: él parece la víctima de un evento insoportable.
- Segunda versión: el lector descubre que fue expulsado por su comportamiento.
El objetivo es practicar cómo la selección de detalles cambia la fiabilidad de la voz.
8. Conclusión
El narrador no fiable es una de las técnicas más poderosas para crear tensión y ambigüedad en la narrativa. No se trata solo de mentir: se trata de dosificar la información, sembrar dudas y obligar al lector a sospechar.
Bien construido, transforma la lectura en un juego de espejos, donde cada palabra puede ser cierta o falsa, y donde la verdad nunca es un terreno seguro.
«La duda es el oxígeno del narrador no fiable».
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Imagen: Sora AI

