El padre Emilio, el profesor de aquellas tardes de miércoles en el octavo de EGB, nos explicó al grupo B que de los diamantes nunca creció nada, en cambio del estiércol nacen las flores.
Hubo quien, a pesar de los suspensos, pensó que la esperanza tenía líneas escondidas entre notas de futuro incierto.
Hoy lo he tenido muy presente, cuando a mi hijo le he razonado que el mundo, por desgracia, se ha acostumbrado a necesitar la ruina para crecer de nuevo, mientras que de lo aparentemente perfecto solo surge la corrupción.
Liberato © 2016
Foto: David Seymour: Sin Título, Essen, Alemania, 1947.




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